Finalmente, salió a la luz el secreto más cuidado de la ceremonia y la elegida fue nada menos que Sarah Burton, de la firma de Alexander MxQueen, un diseño que recuerda al que usó Grace Kelly en su casamiento con Rainiero de Mónaco.
La gran predominancia del encaje, el ceñido en la cintura y el abuchonado de la falda del modelo que lució Middleton demuestra una inspiración en el vestido que lució la princesa.
En el caso de Kelly el escote era más cerrado mientras que en el de la duquesa es algo más abierto y debajo lleva un escote corazón, más acorde a las últimas tendencias.
Middleton completó su estilismo con una cola de discreta longitud y la diadema de Cartier de 1936, cedida por la Reina, que la había recibido a su vez de la Reina Madre por su décimo octavo cumpleaños.
Si bien se especulaba con que la duquesa llevara el pelo suelto, llamó la atención que finalmente lo concretara.
A mi el vestido me pareció absulutamente precioso y perfecto. Me quedé con la misma sensación que tuve cuando vi el de Máxima. Absolutamente perfecto. Ubicado. Justo.
Hermoso el encaje, exquisito el encaje. Me encantó que el velo fuera corto, estuvo moderada con la diadema y con los aros. Me encantó el vuelo! el color! todo!
fuente: Infobae
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